3 de marzo:

Ya recuperados del susto de hace unos días, los niños nos piden continuar con las visitas. Para mayor comodidad (y seguridad) decidimos llevarlos en el Land Rover. 

Unas horas antes, usamos el auto para regresar a este pequeño animal a su hábitat. Aunque parece un caballito, el análisis genético indica que en realidad es una versión moderna del eohippus.

 

Mientras tanto, vamos a ver cómo está nuestro parasaurolophus. Se ha adaptado bastante bien a convivir con personas.

 

Pequeño incidente durante el tour: el mayor de los niños quiso acercarse demasiado a los animales que viven de forma silvestre a pesar de nuestras advertencias:

Es posible que a esta comadreja gigante no le gustara mucho su sabor, ya que después de forcejear un rato lo soltó.

 

Parece que a los niños no les gusta obedecer, los otros niños salieron a explorar por su cuenta sólo para encontrarse con esto --->>>>

                       

 

En el Área: alguien dejó la jaula del plateosaurio abierta y éste intentó escapar. Pudimos capturarlo antes de que se enojara demasiado e intentara atacar a alguien:

 

Última foto de los niños, los que no fueron comidos por la hiena, fueron devorados por este dilophosaurio que los encontró apetecibles. 

En fin... más trabajo para el equipo  de clonación. 

Éste es el laboratorio del segundo piso del edificio A. Aquí es donde se analizan las muestras genéticas y si son viables para ser clonadas (en este caso: la sangre de los niños).

 

5 de marzo:

Tuvimos un corte de energía poco antes del mediodía. Fuimos a investigar la falla y encontramos esto:

No esperábamos encontrar un pterosaurio de este tamaño. Nos atacó así que tuvimos que matarlo a balazos. Es posible que no sea el único ya que vimos siluetas sospechosas cruzando el cielo más tarde.

 

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